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Foto del escritorAndrew C. Keeper

Pablo Motos: El muñeco maldito.

Dada la abusiva compra de esta particular figura, las existencias se están agotando, pero no por el afán y adoración a Pablo Motos, sino más bien, por todo lo contrario. Son conocidas ya las imágenes que circulan en internet de este muñeco colgando del árbol de navidad, pero por el cuello o usado incluso en ceremonias y ritos esotéricos para maldecir a la propia persona. En ocasiones otros han optado por pegarle fuego directamente. Qué está pasando exactamente con el fenómeno del Hormiguero? La misma suerte está corriendo el muñeco de Jiménez Losantos, que por su escasa estatura también se está vendiendo a tamaño real.


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